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El coñac Grosperrin Vintage 1989 Fins Bois procede de un viñedo situado en Brie-sous-Matha, pueblo situado en el corazón de uno de los paisajes más bellos de la región vinícola de Saintonge, sobre suelos arcillo-calcáreos. Compuesto por eaux-de-vie del cru Fins Bois, las cosechas de finales de los años 80 y principios de los 90 fueron reservadas debido a la crisis económica que golpeó duramente la región a partir de 1992.
La espera ha merecido la pena, ya que esta añada de 31 años es un coñac irresistible, de textura aterciopelada y aromas tentadores que seducen rápidamente a los sentidos para disfrutar sorbo tras sorbo. Es el regalo perfecto para alguien que guarde un valor sentimental al año 1989 y disfrute de coñacs añejos únicos de una calidad pura e inigualable.
La casa Grosperrin colabora con más de 150 empresas locales de Cognac repartidas por las seis zonas de producción de Cognac. En total, Grosperrin tiene contacto con casi 4.300 explotaciones agrícolas que componen la rica y diversa uva de la región de Cognac. Con años de experiencia en la compraventa, la casa Grosperrin se abastece de los mejores aguardientes de la región. Todo ello con la esperanza de alcanzar su máxima ambición de lograr las mejores expresiones del terruño.
Exhibido en un decantador contemporáneo, la presentación del coñac Grosperrin Vintage 1989 Fins Bois ofrece un toque de tradición a través de la pesada base de la botella y su largo y delgado cuello. Estampada con la etiqueta de la marca Grosperrin, la botella ilustra la minuciosidad con que se ha elaborado un coñac tan raro y especial. El resplandeciente color dorado del aguardiente de su interior, junto con la elegante forma de la botella, hacen de este coñac un magnífico centro de mesa o un complemento en el armario de las bebidas.
Un coñac poco común y bien envejecido como éste merece toda su atención durante la degustación. Disfrútelo solo a temperatura ambiente para apreciar el coñac en su totalidad. Para que los aromas se desarrollen aún más, añada una gota de agua mineral o un par de cubitos de hielo a la copa.
La casa independiente de coñac Grosperrin es relativamente nueva en la región, ya que su fundador, Jean Grosperrin, la fundó en 1999. Grosperrin tiene su sede en Saintes, entre los terruños de Fins Bois y Borderies, y hoy la dirige Guilhelm, el hijo de Jean, que tomó el relevo en 2004, con sólo 23 años.
La misión de Guilhelm es descubrir a los productores de toda la región para crear coñacs verdaderamente únicos a partir de los seis crus. Esta visión fue posible gracias a las fantásticas relaciones que Jean Grosperrin entabló con los productores, y que Guilhelm ha desarrollado y ampliado desde entonces. En la actualidad, Grosperrin trabaja con más de 150 productores de coñac, de los que Guilhelm seleccionará meticulosamente barricas para elaborar exquisitas botellas finales.
Más información: Historia y actualidad de Grosperrin
Más información Grosperrin Cognac
