Coñac Prunier Vintage 1987 Petite Champagne

El coñac Prunier Vintage 1987 Petite Champagne es un aguardiente fresco y afrutado con una suavidad natural que contiene delicados aromas de bayas rojas, así como de lilas y flores blancas. En boca, predominan las notas de cera y madera que contrastan felizmente con los toques de regaliz y vainilla. Esta añada 1987 es un coñac de gran belleza y poco común, ya que procede de una pequeña cosecha y presume de una gran fuerza a pesar de su edad. Tradicionalmente, los habitantes de Cognac bebían sus aguardientes directamente de las barricas de sus bodegas. En honor a la tradición, Prunier lleva más de 20 años ofreciendo coñacs añejos, como el de la cosecha de 1987, directamente de la barrica, con su graduación natural. Por lo general, esto significa que sólo pueden producirse trescientas o cuatrocientas botellas por añada, lo que hace que todas y cada una de ellas sean aún más especiales, ya que resulta difícil encontrarlas.

A lo largo de once generaciones, la Casa Prunier, una de las casas de Cognac más antiguas de la prestigiosa región de Cognac, ha sabido mantener viva su propia historia, su identidad y la estima por sus productos. Sin olvidar el pasado, la casa Prunier continúa sin descanso esforzándose por ofrecer productos de la mejor calidad. Gracias a su pasión por el oficio, cada miembro de la familia ha mantenido el lema: calidad y respeto de las tradiciones locales. En el interior de todas y cada una de las botellas descansa la historia y el trabajo de la herencia de la familia Prunier.

Presentación de la botella

Esbelto y elegante, el diseño de la botella de Champagne Prunier Vintage 1987 Petite es tan lujoso como el coñac que alberga. Su bonita tonalidad dorada y anaranjada encarna los ricos aromas y la excepcional calidad que contiene la botella. El diseño clásico y atemporal del decantador hace que combine perfectamente con otros de su colección.

Cómo disfrutarlo

Este coñac añejo, que ha encontrado su grado alcohólico de forma natural con el paso del tiempo, contiene una elegancia sin igual y una profundidad infinita que debe disfrutarse sorbo a sorbo. Beberlo solo en una copa tulipán, ya que la parte superior estrecha de este tipo de copa distribuirá delicadamente la llegada de los aromas durante la degustación.