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El coñac Grande Champagne Prunier Rare Vintage 1988, una mezcla única y espectacular, ha sido envejecido siguiendo el método original de dejar envejecer las aguardientes en barricas nuevas de roble almacenadas en una bodega muy húmeda durante los primeros 15 años del proceso de maduración. Posteriormente, se deja madurar en barricas viejas en una bodega mucho más seca para preservar todos los maravillosos aromas de la Grande Champagne (premier cru). Con notas dominantes de frutos secos, este coñac ofrece un magnífico y largo postgusto, dejando una impresión duradera en quienes tienen la suerte de degustarlo.
Desde hace más de 250 años, la Maison Prunier crea expresiones únicas poniendo cuidadosamente cada producto bajo la lupa. A lo largo de más de once generaciones, Prunier es una de las casas de coñac más antiguas de la prestigiosa región de Cognac y ha sabido mantener viva su propia historia junto con su identidad y la estima por sus productos. Sin olvidar el pasado, la casa Prunier continúa sin descanso esforzándose por ofrecer productos de la mejor calidad. Gracias a su pasión por el oficio, cada miembro de la familia ha mantenido el lema: calidad y respeto de las tradiciones locales. En el interior de todas y cada una de las botellas descansa la historia y el trabajo de la herencia familiar de la casa.
Se presenta en un decantador tradicional que muestra el brillante color dorado pálido del coñac.
Deje que el coñac hable por sí solo y disfrútelo solo o con un chorrito de agua. Alternativamente, si usted es un bebedor de coñac más experimental, el cóctel de coñac es una forma emocionante de experimentar los sabores de un aguardiente bajo una luz diferente. Mezclar un coñac añejo con un Old Fashioned (brandy, azúcar, amargo y hielo), por ejemplo, crea un cóctel rico y lleno de sabor que puede tomarse solo como digestivo después de comer.
