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Nota: La imagen no muestra la botella real.
Procedente de una propiedad situada en uno de los mejores terruños de Grande Champagne, el coñac Grosperrin Tresor N°35/41 es otro magnífico lanzamiento de esta apreciada casa. Las aguardientes se compraron en 2012 a André Noblet, un afamado enólogo que había realizado tres mezclas con los aguardientes de su padre. Antes de ser adquiridos por Grosperrin, estos preciados coñacs habían permanecido almacenados en un desván seco, en lugar de en una bodega, como sería lo normal. El líquido resultante es maravillosamente complejo, con notas clásicas de rancio, madera, cuero y frutas. Se presenta con una graduación de 45,8% de alcohol, lo que proporciona una experiencia de degustación intensa y duradera.
El coñac Grosperrin fue creado en 1992 por el corredor y comerciante de coñac Jean Grosperrin. Después de trabajar en la industria vinícola durante muchos años, Jean había creado valiosas relaciones con los viticultores de Cognac, y contactos a través de los cuales podía comprar algunas de las eaux-de-vies más antiguas y codiciadas que se habían producido durante décadas en Charente. En la actualidad, Guilhem Grosperrin sigue dirigiendo la casa desde 2004. Los coñacs Grosperrin están estrictamente controlados, con fechas y añadas totalmente trazables.
Como siempre, Grosperrin ha optado por una presentación impecable. La botella, alta y elegante, presenta una etiqueta detallada y un cuello fino rematado con un tapón de madera natural. Por supuesto, la botella se presenta en una preciosa caja de madera pulida grabada con el nombre de Jean Grosperrin.
Las complejas notas de cata de este coñac añejo se aprecian mejor en una copa tulipán. Después de servirlo, deje que el licor respire durante 30 segundos para concentrar plenamente los aromas más delicados antes de tomar un sorbo. Creemos que es perfecto para servir a los invitados como digestivo después de una comida copiosa, o quizás acompañando una clásica tabla de quesos franceses.
La casa independiente de coñac Grosperrin es relativamente nueva en la región, ya que su fundador, Jean Grosperrin, la fundó en 1999. Grosperrin tiene su sede en Saintes, entre los terruños de Fins Bois y Borderies, y hoy la dirige Guilhelm, el hijo de Jean, que tomó el relevo en 2004, con sólo 23 años.
La misión de Guilhelm es descubrir a los productores de toda la región para crear coñacs verdaderamente únicos a partir de los seis crus. Esta visión fue posible gracias a las fantásticas relaciones que Jean Grosperrin entabló con los productores, y que Guilhelm ha desarrollado y ampliado desde entonces. En la actualidad, Grosperrin trabaja con más de 150 productores de coñac, de los que Guilhelm seleccionará meticulosamente barricas para elaborar exquisitas botellas finales.
Más información: Historia y actualidad de Grosperrin
Más información Grosperrin Cognac
