Paul Giraud

La casa de coñac Paul Giraud se ha transmitido de padres a hijos desde 1650, algo raro de conseguir, sobre todo en estos tiempos, en los que las empresas se ven obligadas a fusionarse y a crear grandes redes de distribución internacional. Paul Jean Giraud lleva ya varias décadas al frente de la casa de coñac, conservando este gran valor. Giraud es famosa por su enfoque perfeccionista de la elaboración del coñac y por la elegancia de sus productos.

Parte del secreto reside en que la bodega donde se almacenan las barricas se encuentra al pie de una pequeña colina y está atravesada por un pequeño arroyo. Esto hace que el clima dentro de la bodega sea muy húmedo, lo que permite que se evapore parte del alcohol necesario sin reducir el volumen del destilado. El resultado es una nota ligera y floral en el coñac de Paul Giraud.

El tamaño actual de su viñedo es de 50 hectáreas, todas plantadas principalmente con Ugni Blanc en laderas y medias laderas sobre los suelos calcáreos del Campaniano y el Santoniano. Su comunidad es famosa por la calidad de sus suelos, que favorecen la finura aromática de sus aguardientes, muy representativos de la Grande Champagne. Practican desde hace tiempo una cultura razonada y respetuosa con el medio ambiente, respetando el ciclo de vida de la vid, que es de unos 50 años. Además, gran parte del viñedo se sigue vendimiando a mano, una práctica cada vez más rara en Charentes (sólo cuatro o cinco dominios la siguen practicando). Son fervientes defensores de la vendimia manual para proteger el viñedo y mejorar la calidad de sus aguardientes. La destilación es objeto de toda su atención y de un saber hacer ancestral transmitido de generación en generación.

Destilan con las lías, lo que hace que los aguardientes sean más complejos. Tienen la suerte de contar con bodegas excepcionalmente húmedas debido a la presencia de un manantial cuyo caudal regula la temperatura y la humedad durante todo el año. Tras envejecer en un tercio de barricas nuevas de roble francés y dos tercios de barricas de roble rojo, todas las barricas de cada añada se mezclan durante un largo proceso de envejecimiento. Su gama de coñacs encarna el tríptico de notas florales, afrutadas y especiadas características de la evolución aromática de la Grande Champagne. La delicadeza, la redondez, la flexibilidad y la suavidad de sus aguardientes, combinadas con el envejecimiento en sus bodegas muy húmedas, garantizan a sus coñacs una singularidad y una complejidad aromática notables que han forjado su reputación y su éxito. Su reserva familiar de aguardientes muy añejos les permite ofrecer a los conocedores una gama completa y diversificada. Desde el single-cru 100% Grande Champagne y los coñacs 100% de un solo año, excepto el heritage que es la unión de tres añadas excepcionales, todas ellas procedentes exclusivamente de su propiedad.

Cognac Paul Giraud, una explotación familiar monovarietal significa: Dominio total de todo el proceso de producción, elaboración y comercialización en perfecta autonomía. Excelencia francesa. Artesano del coñac. Le invitan a viajar a través del tiempo y los sabores compartiendo preciosos momentos de degustación, explosiones de aromas y emociones que hablan a los sentidos.

Paul Giraud, un auténtico fan de LE MANS

Cabe destacar que Paul Giraud no sólo es un gran conocedor del coñac, sino también un apasionado de las carreras, especialmente de la famosa carrera de Le Mans. Para quienes no estén familiarizados con Le Mans, se trata de una carrera de resistencia de 24 horas para coches deportivos que se celebra cerca de la ciudad francesa de Le Mans.

La carrera se celebra desde 1923 en el Circuit des 24 Heures, situado al sur de la ciudad, con secciones de la pista que se utilizan como carreteras públicas fuera de la carrera. Curiosamente, el circuito original tenía unos 17,3 km de longitud y se extendía hasta el centro de la ciudad de Le Mans. Sin embargo, en 1932, la pista se acortó hasta los 13,5 km actuales. Paul Giraud es un verdadero conocedor de las carreras de Le Mans e incluso colecciona coches de carreras en miniatura del evento.

En marzo de 2011, Paul Giraud Cognac se asoció con el número uno de la chocolatería belga Godiva para una degustación de ambas maravillas en Shanghái (China). Esto demuestra lo internacionales que pueden ser hoy en día incluso los productores de coñac más pequeños.

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