Coñac Lheraud Vintage 1990 Petite Champagne

Un coñac Millésime 1990 de la Petite Champagne

Cuando hablamos del coñac Lheraud, es bastante seguro que estamos en el reino de la realeza del coñac. El coñac Lheraud Vintage 1990 Peti te Champagne se elabora con uvas Ugni Blanc y, como su nombre indica, se trata de un coñac de añada procedente del terruño de Petite Champagne, famoso por sus excepcionales coñacs. El espíritu de Lhéraud Cognac es a la vez tradicional y único.

Los propietarios, Andrée y Guy, están comprometidos con su oficio, creando coñacs con pasión y habilidad, y trabajando duro para introducir sus productos de calidad en países de todo el mundo. Por esta misma razón, la gama de coñacs añejos de Lheraud es cada vez más codiciada en todos los rincones del planeta.

Este Millésime de 1990 no es una excepción y puede degustarse de muchas maneras. Es un buen ejemplo de artesanía.

La Petite Champagne tiene un suelo calcáreo más compacto que la Grande Champagne cru, pero aún así produce coñacs excepcionales con un largo final. La destilación se realiza en dos alambiques tradicionales construidos en Lheraud a principios del siglo XX.

Como dijo Nicolas Faith, conocedor del coñac y escritor: "Sólo hay un puñado de coñacs de viñedo único dignos de ese nombre, uno de los cuales es la rama de Guy Lheraud"

Botella de Lheraud Vintage 1990

Basta con mirar el envase para darse cuenta de que este coñac de añada es un testimonio del paso del tiempo y de su importancia en el proceso de maduración del coñac.

La etiqueta está firmada personalmente y se presenta en un llamativo decantador negro con un sello de cera negra. El sello representa al caballero conocido como Chevalier de la Croix Maron. La leyenda cuenta que asesinó a su esposa adúltera y al amante de ésta y que esa misma noche soñó que ardería dos veces en el infierno. Entonces ordenó a sus trabajadores que destilaran dos veces el vino en lugar de una. El resultado fue tan bueno que otros empezaron a emular su trabajo. Hoy, todo su coñac se destila dos veces.

Las etiquetas se planchan en las botellas y la cera se hace en una estufa cercana.

El coñac Lhéraud es la definición de lo hecho a mano. Se envuelve con esmero en una tela de muselina envejecida y se presenta en una preciosa caja de cuero negro repujado en plata. La botella está cuidadosamente envuelta en rafia color paja. También se incluye una carta manuscrita del propio Maestro Bodeguero, en la que se detallan las sutilezas de este coñac.

Cómo disfrutarlo

Con un 48% de graduación alcohólica, se puede degustar de muchas maneras: sabroso, por supuesto. Pero es tal su fuerza de carácter que resulta igualmente divino con hielo, con un café cargado o acompañado de su puro favorito.