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Las uvas para este lanzamiento se cosecharon en un solo año, lo que lo convierte en una fabulosa instantánea de la región de Fins Bois en una época pasada. en 1988, las cosechas se vieron afectadas por unas precipitaciones que no fueron las ideales para muchas regiones productoras de uva; sin embargo, los vinos resultantes destacaron por su potente aroma y estructura. El coñac Lheraud Vintage 1988 Fins Bois ha sido seleccionado exclusivamente por su extraordinaria calidad; mientras que la mayoría de los coñacs son una mezcla de diferentes añadas o regiones, esta añada ha permanecido encerrada en la bodega abovedada Paradise de Masion Lheraud para madurar durante varias décadas. Creemos que la espera ha merecido la pena: es un coñac maravillosamente complejo y delicado, típico del suelo calcáreo de este infravalorado terruño.
La familia Lheraud tiene siglos de experiencia en la elaboración del vino, pero fue Eugene Lheraud quien dio el primer paso para montar un alambique a finales del siglo XIX. Tras él, Rémy Lheraud tomó el relevo, y hace unos cincuenta años fueron Andrée y Guy quienes heredaron la propiedad familiar. También ellos decidieron que era el momento de poner el nombre de la familia a sus productos, creando el coñac Lheraud tal y como lo conocemos. El nombre se ha difundido de la forma tradicional, con cada propietario, a su vez, dedicando la mayor parte de su tiempo a viajar por el mundo para dar a conocer sus coñacs independientes. En la actualidad, Guy Lheraud sigue viajando unos 200 días al año por los mercados internacionales.
Con su finca Domaine de Lasdoux en la región de Petite Champagne de Cognac, la familia Lheraud es más conocida por sus coñacs raros y añejos, todos ellos almacenados en las bodegas de propiedad familiar. Las barricas de añada se identifican por sus sellos de cera, aplicados en las barricas por la BNIC (Oficina Nacional Interprofesional del Coñac), que sólo se rompen cuando el coñac está listo para ser embotellado.
El impresionante envase elegido por la Maison Lheraud es tan inolvidable como el líquido que contiene. El vidrio negro presenta un motivo creado combinando texturas mates y brillantes, un bello telón de fondo para la gran etiqueta de estilo vintage cubierta de texto caligrafiado. Cada botella se cierra con cordel natural y un sello de cera azul, que recuerda los sellos aplicados a la barrica de la que procede. El paquete se completa con una caja negra de presentación y un certificado de autenticidad.
Le recomendamos que disfrute de este fino añejo puro en una copa tulipán, a sorbos lentos para captar plenamente sus aromas más sutiles. Guárdelo para cuando tenga tiempo de saborear todas las delicias sensoriales que ofrece.
La familia Lheraud lleva cientos de años dedicada a la vinificación y la producción de coñac, pero no fue hasta 1970 cuando la exportación y la promoción comenzaron realmente en serio. Lheraud, que ahora no sólo produce coñac, sino también Pineau des Charentes y Armagnac, exporta sus productos a todo el mundo y sigue expandiéndose a más países cada año. Los actuales propietarios, Andrée y Guy Lheraud, se concentran en la producción de coñac Lheraud de forma estrictamente artesanal y siguen trabajando incansablemente para introducir sus productos en más países y comunidades de todo el mundo.
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