Coñac Prunier 1975 Borderies Vintage

Coñac Prunier 1975 Vintage Borderies: Navidad en una copa

Las uvas de este coñac vintage de Prunier se vendimiaron en el cru de Borderies en 1975. Embotellado en enero de 2010, es una edición limitada de sólo 648 botellas. el invierno húmedo y frío provocó una brotación tardía, seguida de una estación de crecimiento calurosa y una cosecha tardía de uvas sabrosas, con una acidez excelente. La Casa Prunier está considerada como la maestra del coñac de añada, como atestigua este delicioso ejemplar. Embotellado con una graduación manejable de 43,9% y sin aditivos, el coñac Prunier 1975 Vintage Borderies muestra exquisitos aromas de frutos secos, chocolate y rancio.

Cualquier conocedor del coñac sabe que los aguardientes de las Borderies tienen un sabor único. El suelo ejerce un carácter único sobre las uvas que crecen en sus colinas calcáreas; a muchos les sorprenderán gratamente las notas de lavanda tanto en nariz como en paladar. No sólo se trata de un magnífico coñac procedente de una excelente cosecha, sino también de uno que estará a la altura de los grandes lanzamientos de los viñedos vecinos de Grande y Petite Champagne.

A diferencia de las grandes casas de Cognac, Maison Prunier no cultiva sus propias uvas, sino que se especializa en la compra de aguardientes directamente a los viticultores y destiladores. Así pueden seleccionar las añadas más excepcionales e inusuales para envejecerlas en sus húmedas bodegas junto al río Charente. La empresa sigue teniendo su sede en el castillo medieval donde se fundó en 1665. Hoy la dirige la familia Burnez, gracias a Jean Burnez, que tomó las riendas cuando el marido de su tía, Alphone Prunier, falleció sin descendencia. Bajo la atenta mirada de los hijos de Jean, esperamos ver muchas más añadas excepcionales de esta gran casa de Cognac en los años venideros.

Presentación de la botella

Este coñac de añada se presenta en una botella tradicional sellada con cera y en una caja de regalo de madera. La intrincada y clásica etiqueta identifica claramente el número de botella individual - una de sólo unos pocos cientos de unidades.

Las botellas utilizadas para las añadas de Prunier se han inspirado en una botella soplada a mano utilizada en el siglo XIX por la familia del gerente de Prunier, Claude Burnez. La botella original contenía burbujas de aire en el vidrio, que hoy se emulan inyectando aire manualmente en el vidrio. Puede que sea un proceso largo, pero el resultado es una expresión impresionante (algunos dirán que impecable) del coñac Borderies.

Cómo degustar el coñac Prunier 1975 Vintage Borderies

Para apreciar plenamente la individualidad de esta añada, sugerimos disfrutarlo solo en una copa tulipán, después de dejarlo reposar durante 30 segundos para que se desarrolle plenamente. Puede añadirse un chorrito de agua para que los aromas se abran aún más. Los sabores de este coñac son perfectos para disfrutarlos en pleno invierno, a la luz de las velas, con un fuego crepitante y la nieve cayendo contra la ventana.