Armagnac Duc Moisans

Armagnac Duc Moisans: Elegancia discreta

El emblemático Armagnac Duc Moisans es una excelente introducción al mundo del Armagnac; si alguna vez ha considerado esta categoría inferior al Cognac, es hora de que se lo piense de nuevo. Elaborado con cepas especialmente viejas, la edad media de esta mezcla es de 15 años. Es una expresión repleta de sabores inesperados a cerezas, frutas del bosque y toffee, que lo convierten en un placer para el paladar y una excelente relación calidad-precio. Es imposible equivocarse con este estilo.

El armañac es un aguardiente de uva que se produce en la región de Gascuña, al suroeste de Francia, entre los ríos Adur y Garona, en las estribaciones de los Pirineos, como se viene haciendo desde al menos el siglo XV. El terruño es accidentado y terroso, y se extiende por colinas onduladas bañadas por el sol durante el largo verano, lo que da como resultado un brandy oscuro, rico y rústico, con aromas concentrados.

Elaborado tradicionalmente a partir de vinos de uvas Colombard, Baco Blanc, Folle Blanche y Ugni Blanc, el Armagnac se destila en alambiques de columna en lugar de alambiques de olla, y se destila una sola vez. El aguardiente resultante suele tener una graduación alcohólica baja, de hasta el 52%, y se envejece en barricas de roble antes de ser embotellado.

Presentación de la botella

Este Armagnac Duc Moisans se presenta en una botella clásica, curvada, muy popular entre los productores de Armagnac. El fino cuello está recubierto de una lámina dorada, a juego con la discreta etiqueta. Duc Moisans deja que su líquido hable por sí mismo, sin florituras ni fanfarrias.

Cómo degustar el Armagnac Duc Moisans

El Armagnac suele tener más cuerpo que el Cognac, por lo que resulta especialmente adecuado como digestivo después de la cena; este ejemplo bien envejecido no es una excepción. Sírvalo en una copa tulipán y déjelo reposar unos 30 segundos antes de beberlo. De este modo, los aromas se desarrollarán por completo y la experiencia de consumo será óptima.

Los sabores a cacao y cereza que afloran en el paladar lo convierten en el Armagnac ideal para acompañar postres de bayas, tarta de chocolate o café etíope.