Aguardiente Distillerie Meyer Grande Reserve Kirsch

Para la producción de esta noble bebida, se seleccionan cerezas oscuras completamente maduras con huesos grandes, lo que da lugar a un fino aroma afrutado. La cereza "Guigne", casi negra, es una cereza silvestre refinada, típica del paisaje del este de Francia. De 100 kg de fruta se obtienen 19 botellas de 70 cl. La esmerada producción va acompañada de un minucioso control de calidad, en el que sólo se recogen los mejores frutos.

Las cerezas se liberan de sus pedúnculos y se fermentan en los depósitos de fermentación durante 4 o 5 semanas con removido diario. De este modo, tanto los sabores afrutados de la pulpa como los más alquitranados de los huesos entran en el aguardiente de primera calidad, dándole un ligero aroma almendrado. Sin embargo, después de la destilación, Meyer Kirsch "Grande Reserve" aún no ha llegado al final de su viaje. Le siguen cinco años de envejecimiento.